jueves, 3 de febrero de 2011

Ritmo

almas sucias pululan alrededor,
sólo juzgan al libro por su portada.
A la portada por su imagen.
Prefieren estar con el diablo, por que es seductor y bello.
Belleza superficial,Hermosura efímera.
Que se evapora en el aire cuando se pronuncia una palabra.

Personas que venden su alma,
dejan que su cuerpo sea consumido...
por las llamas.
El fuego del prejuicio.
El infierno de los perdedores.

Relato

Lilith la pequeña vampiresa mediocre, se da cuenta un día que el mundo va más lejos que las líneas que se marcan en el horizonte.

De allí empieza una búsqueda desesperada para calmar su ignorancia.Tratando de impedir que impedir que su cerebro se marchite.

Va por calles desiertas, recorre hojas eternas y trata de encontrar los pensamientos e ideas de los humanos analizando sus actos.

Ella se da cuenta que aunque se esfuerce tanto, el mundo le impide saber todo, le impide apropiarse de las cosas.Pero aún así, sigue adelante y en lugar de permanecer siempre igual decide extraer partes del mundo para hacerlas formar lugar en su alma.

Todas las noches llegaba a su oscura, vieja y gran casa victoriana, se quedaba mirando la luna, escribía un soneto sobre lo que había aprendido y luego salía a cazar humanos.

A cazar a sus objetos de estudio, a terminar con la vida de lo que no le dejaba ser ella misma.

Era inmortal y sabía que era inútil todo lo que hacía.

Y yo se que es inútil todo lo que hago.

Pero sólo se que el arte es mejor que la sangre, y eso es lo único que amo de los humanos.Eso es lo que que veo en ellos: pinturas, sueños y letras.